La realidad está muy lejos de ser un simple diagnóstico de estrés patológico o distrés, ya que estos trastornos que incluso provocan dichos eventos ansiolíticos que consisten en mareos, falta de aire y opresión en el pecho, son ahora mucho más frecuentes que en décadas anteriores y una causa muy común de “emergencias médicas” en las que ningún equipo médico detecta ninguna enfermedad y se señala al estrés como causante de dichos trastornos.
La radiación globalizada y extendida a través de todos los tipos de energía hoy conocidos, ha creado una base inestable sobre la cual nuestro organismo lucha constantemente por permanecer en equilibrio.